Se ubican a 4 kilómetros al norte de Nazca, en los valles de Nazca, Taruga y Las Trancas. De los 46 acueductos subterráneos encontrados, 32 siguen hoy en funcionamiento, algo que se inició en la época preinca hace 1.500 años.
En algunos casos, algunos de ellos discurren varios kilómetros bajo la superficie hasta profundidades de hasta 12 metros. Para su construcción se utilizaron piedras de losa y troncos de huarango, donde a lo largo del recorrido se observan 35 puquios, que son pozos de ventilación con forma de espiral utilizados para limpieza, conservación y recolección de agua.
Gracias a sus conocimientos tecnológicos, los antiguos habitantes de Nazca lograron captar aguas subterráneas para irrigar las zonas secas y combatir las prolongadas sequías. Hoy en día, algunos de estos acueductos son utilizados por agricultores locales para la siembra de maíz, algodón, frijol y papa. Es un sistema de riego único en el Perú y quizás en el mundo.
Gracias a sus conocimientos tecnológicos, los antiguos habitantes de Nazca lograron captar aguas subterráneas para irrigar las zonas secas y combatir las prolongadas sequías.
Hoy en día, algunos de estos acueductos son utilizados por agricultores locales para la siembra de maíz, algodón, frijol y papa. Es un sistema de riego único en el Perú y quizás en el mundo.