Asuán, Egipto – Ubicado dentro de las canteras de piedra del antiguo Egipto, en la región norte de Asuán, se encuentra un testimonio notable del ingenio y la ambición de los antiguos egipcios. Conocida como el Obelisco Inacabado, esta colosal estructura ostenta el título de ser el obelisco antiguo más grande conocido. Su gran tamaño y los misterios que revela sobre las técnicas de trabajo de la piedra de la época han capturado la imaginación de historiadores y arqueólogos por igual.
El Obelisco inacabado atrajo mucha atención por primera vez en 1922, cuando fue examinado meticulosamente por Reginald Engelbach. Este enorme monumento, junto con la cantera más amplia, fue reconocido por su importancia cultural e inscrito en la prestigiosa Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1979. El sitio fue incluido como parte de los “Monumentos Nubios desde Abu Simbel hasta Philae”, a pesar de no estar situado entre Abu Simbel y Philae, ni estar directamente asociado con la civilización nubia.
Encargado por el renombrado faraón Hatshepsut, que gobernó desde 1508 hasta 1458 a. C., el Obelisco Inacabado estaba destinado a complementar el Obelisco de Letrán. El Obelisco de Letrán, originalmente ubicado en Karnak, llegó al Palacio de Letrán en Roma. Sorprendentemente, el Obelisco Inacabado estaba a punto de superar a todos los obeliscos del antiguo Egipto erigidos anteriormente, siendo casi un tercio más grande que sus homólogos. Las estimaciones sugieren que, si se hubiera completado, habría alcanzado una altura imponente de aproximadamente 41,75 metros (137,0 pies) y habría pesado la asombrosa cifra de 1.090 toneladas (1.200 toneladas cortas).
Sin embargo, la gran visión no se cumplió plenamente. El ambicioso proyecto encontró un revés imprevisto. Mientras los artesanos cincelaban incansablemente el lecho de roca, comenzaron a aparecer grietas en el granito, lo que obligó a detener prematuramente el proyecto. Hasta el día de hoy, la parte inferior del obelisco permanece firmemente unida a su base de piedra natural.
Lo que hace que el Obelisco Inacabado sea realmente cautivador es la rara visión que ofrece de las técnicas de trabajo de la piedra del antiguo Egipto. Incluso en su estado incompleto, el obelisco ofrece información valiosa. Todavía hay rastros de herramientas de los trabajadores visiblemente grabados en su superficie, lo que muestra la notable destreza y precisión de estos hábiles artesanos. Las líneas de color ocre sirven como vívidos recordatorios de la meticulosa planificación y coordinación que se llevó a cabo en este esfuerzo monumental.
En 2005 se hizo otro descubrimiento notable en las canteras de Asuán: una base de obelisco inacabada y parcialmente trabajada. Este hallazgo, junto con grabados rupestres y restos, corresponde potencialmente al sitio donde se elaboraron muchos de los famosos obeliscos. En conjunto, estas canteras y sus tesoros inacabados sirven ahora como un museo al aire libre, cuidadosamente protegido por el gobierno egipcio como un sitio arqueológico venerado.
A medida que el Obelisco Inacabado continúa en pie, sirve como testimonio duradero de la notable ambición y artesanía de los antiguos egipcios. Nos invita a reflexionar sobre los logros de una civilización que dejó una huella indeleble en la historia y nos desafía a desentrañar los secretos escondidos dentro de las piedras que dejaron atrás.