Los científicos que excavaban en la zona arqueológica de Oxkintok, a unos 55 kilómetros al sur de Mérida, México, han desenterrado una intrigante estatua antigua de un guerrero.
La estatua de piedra caliza sin cabeza, manos, pantorrillas ni pies mide 1,65 metros de altura, o aproximadamente 5 pies y 5 pulgadas. estaba hecho a imagen de un guerrero maya, probablemente un prisionero de guerra. Su falta de cabeza “seguramente representa a un guerrero que estuvo prisionero en combate”, dijo Diego Prieto, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Fue encontrado acostado boca arriba y representa la figura humana”, dijo el arqueólogo Luis Pantoja Díaz durante un recorrido con los medios por la zona. “Vemos los pectorales marcados, la parte media que podría ser el vientre colgante y la parte del miembro”.
El anuncio arqueológico se realizó durante una conferencia de prensa en la que los investigadores también informaron sobre el avance de los trabajos de excavación del Tren Maya que ha sido apodado temporalmente “Yum keeb”, el dios del falo o la fertilidad.
“También dijo que se podían ver las nalgas (que se ven claramente en la foto) y algunas líneas en la espalda, como las que delinean los omóplatos (que no lo son).
Mientras que el diario La Jornada utilizó los términos falo y miembro para describir la figura, otro diario no informó nada al respecto, ni sobre fertilidad , explicando en cambio que la escultura es la de un guerrero . Reportes diarios .
Según el INAH y medios mexicanos, “la escultura posiblemente fue utilizada como ofrenda a los dioses. Fue encontrada cerca de una escalera cargada de jeroglíficos que estaba siendo limpiada y restaurada. Pantoja Díaz destacó que la figura aún está siendo analizada para determinar su significado específico”. función, de ahí el apodo “temporal”. Incluso el estatus de la estatua como representación de un hombre no está 100% asegurado, añadió.
Durante una conferencia de prensa, “el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, también informó sobre los avances de lo que representa la investigación arqueológica más grande realizada en el sureste mexicano durante las tareas de supervisión. de las obras de construcción del Tren Maya”, informa el INAH .
Dijo que se ha recorrido aproximadamente una tercera parte del Tramo 7, que se extiende 254 kilómetros, entre Chetumal, en Quintana Roo, y Escárcega, en Campeche. En este relevamiento se han detectado hasta el momento más de 1,730 construcciones prehispánicas, que van desde arquitectura doméstica sencilla hasta construcciones monumentales para actividades civiles y ceremoniales, algunas con arquitectura permanente.
El antropólogo destacó el hallazgo de edificaciones con fachadas decoradas erigidas entre los siglos VIII y IX d.C., cuando el poder de la antigua ciudad maya de Calakmul comenzaba a decaer.
No menos importantes, dijo, son los datos obtenidos a través del análisis de imágenes LiDAR que, junto con la verificación en campo, muestran una gran cantidad y variedad de complejos domésticos ubicados en las partes medias y altas de las elevaciones topográficas.
La documentación de sistemas habitacionales complejos con crestas y muros residenciales demuestra una densidad de población notable y una organización urbana compleja. “Información de vital interés para comprender la vida cotidiana y las estrategias de subsistencia de la antigua sociedad maya”, afirmó Prieto Hernández.
Dijo que la fase de excavación en este tramo apenas comienza, pero es prometedora, pues anuncia el gran potencial que ofrecen estas investigaciones. “Desde el INAH, y con el apoyo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se desarrollan estrategias para investigar y proteger estos ejemplos de antiguos asentamientos mayas”.
Al hacer un balance general, el titular del INAH destacó que el seguimiento de las obras de construcción del Tren Maya conlleva diferentes fases: prospección, registro, excavación y recuperación del material arqueológico, así como una etapa más para el tratamiento, clasificación , limpieza, ordenamiento y análisis de los datos obtenidos (condensados en 45 terabytes de información), lo que implicará al menos dos décadas de estudio, nutriendo así el conocimiento sobre el mundo maya.
Respecto a los avances en los siete tramos de la ruta del Tren Maya, el director general del INAH dio a conocer que en los tres primeros se ha concluido el trabajo de campo, restando solo trabajos de laboratorio y oficina; asimismo, es probable que en las semanas restantes de 2022 finalicen las tareas de excavación en el Tramo 4, las cuales también han comenzado en los tramos 5, 6 y 7, siendo este último el más largo.
“Hemos descubierto información que nutrirá el conocimiento del mundo maya mesoamericano durante al menos las próximas dos décadas”, dijo Prieto, director del INAH. “Este trabajo sin duda tendrá un impacto en el estudio de las culturas mayas… durante muchos, muchos años”.